lunes, 23 de mayo de 2011

Un ramo de rosas negras - Bruha Brujah



Se me ha hecho de noche y aún sigo sentada en este banco del parque desde el mediodía. Como una película que acaba de empezar, no dejo de ver en mi cabeza lo ocurrido hoy. ¿Por que Laura me trató así? Los amigos comparten sus secretos, los mas íntimos, ¿no era lo que ella quería?, después de tanto tiempo pidiéndome que le contase algo que nunca hubiera contado, después de someterme a interrogatorios en el café, hice lo que quería, hablar, contestar a sus preguntas.

Esta mañana me llamó mi mejor amiga, Laura, decía que tenía que hablarme del chico del Chat, que había quedado con él. Nos citamos en la cafetería de la plaza junto a mi casa, sobre las cinco. - ¡Que horror! ¡No se que ponerme, siempre llevo los vaqueros y la camiseta de rayas, hoy vestido! -

Ya son las cinco y llevo sentada en la mesa de la terraza desde las cuatro y media, quiero verla como se acerca desde el aparcamiento, se me eriza la piel cuando se toca el pelo mientras anda. Ya se sienta, y mi pie reacciona por culpa de los nervios, - Se va a dar cuenta, aunque algún día tendré que decírselo - No puedo evitar sonrojarme cuando me habla mirándome fijamente a la cara, esta emocionadísima con el chico este del chat, y yo solo sé mirarla y asentir con la cabeza.

-¿Bueno, que me dices entonces?- dijo Laura. - ¡Chica! Estás ausente, ¿quieres contarme algo?, ¿Te ha ocurrido algo en el trabajo?
-Pues... si quieres que te diga la verdad, no veo claro lo del chico. Yo no me fiaría mucho de alguien que conoces por un chat y habrá inventado el noventa por ciento de su vida, solo por acostarse contigo.- le dije casi sin tomar aliento- Y por otro lado hay algo que llevo tiempo queriéndote decir pero no me atrevo.
- ¿Que es? ¿Es sobre algún amor secreto tuyo?, nunca hablas de chicos, ni siquiera sé con cuantos te has acostado, y esas cosas las hablan las amigas, supongo que te da vergüenza hablar de ello, pero conmigo no debes cortarte.

Cogí el vaso, le di un trago hasta dejarlo vacío y empecé a hablar. Retorciendo el filo del vestido muriéndome de la vergüenza, le dije que estaba enamorada, que no quería nada con los hombres desde el primer novio que tuve, que solo existía una persona que me hacia temblar con sólo verla caminar y que me moría de ganas por darle un beso hasta quedar sin aliento...

De pronto sentí que su silla se iba hacia atrás, y con voz nerviosa pregunto que tenía claro que era una chica, pero que quería saber quien era. Ya que me había soltado la melena, le dije que era ella y sin más me dio una bofetada que me giro en la silla, oía insultos a lo lejos, mientras se acercaba al coche, y claramente mirándome a los ojos desde la distancia dijo que no quería verme nunca más.

Sentí como mi cara se hinchaba por la bofetada, un escalofrío recorrió mi cuerpo y empecé a vomitar...Tengo que verla por última vez, aunque ella no quiera, tendrá que verme y decirme ¿por que me trato así?

Le he mandado, desde donde esta su coche aparcado, veinte mensajes al móvil, me cuelga las llamadas, así que rompo el cristal del coche y hago sonar la alarma, es la única forma de que venga hasta aquí. Mientras me escondo por la puerta del acompañante la veo llegar muy nerviosa y trae algo en la mano, no lo veo bien pero es metálico porque la luz de la farola lo hace brillar. Me levanto y ahí esta ella, en pijama con un cuchillo en mano mirándome con odio...

-¡Déjame en paz perturbada!, Te dije que no quería volver a verte, no quiero que vuelvas a llamarme, ¡me das asco!
Sin pensarlo le quite el cuchillo y la abracé notando crujir la tela del pijama y su respiración sobre mi cuello, no podía soportarlo mas, había perdido el amor de mi vida simplemente porque ella me veía como una enferma, no quería ni siquiera entender lo que sentía, le daba asco como amante y como amiga. Su sangre caliente caía por mis manos dándome un placer que nunca sentí.

La bese mientras su respiración se hacia mas lenta y decía palabras que no entendía, sentí el orgasmo de mi vida mientras mi amada caía moribunda en mis brazos. No había otra forma mas bella de despedirme de quien mas amaba, quizás ella comprendiera en los minutos que le quedaron de vida, que la amaba tanto que no podía perderle, que no quería que nadie me la robara, quizás me dijera Te quiero, mientras su sangre nos hacia de alfombra.

La deje tumbada en el suelo y me senté en el banco que había frente a ella, la miraba y caían lagrimas de despedida por mi rostro, mis manos llenas de su sangre limpiaban mis lagrimas y manchaban mi cara, - Esperaré a que despierte, la volveré a besar, ahora estamos unidas con sangre, ya solo será mía!....

-Laura, cariño, vamos a ir a casa, es de noche y hace frío, y estás en pijama.

No me ha visto nadie discutir con ella, suerte la mía, cogí a mi amada Laura y la subí a mi coche, estaremos mejor juntas. Cuantas veces he soñado con este momento, compartiendo la misma cama, la misma casa, en secreto, sin que nadie más que estas paredes sepan de nosotras. Mi amada no me habla, pero no lo necesito, con mirarla y sentirla, me conformo.

-Estás sucia amor, voy a darte un baño y cambiarte de ropa, ahora cenaremos juntas, esta noche es especial.
Mientras Laura se relaja en la bañera, le daré una sorpresa, unas velas en la mesa junto a unas bonitas flores. Le pondré algo de música clásica de fondo, que sé que a ella le gusta. La cena, la sorprenderá, haré mi mejor plato. Le ayudaré a salir del baño, la secaré suavemente y vestiré. Ese camisón de seda rojo le queda estupendo, jamás la vi tan dulce, tan bella.

-¿Quieres vino? Toma tu copa, ¿no bebes?
Parece que está enfadada conmigo, no habla, no me dice nada, tal vez sea la situación, se hace raro verte con quien era tu amiga, viviendo una historia de amor, ¡claro!, ¡eso es!.

Nos tomamos el vino, y mientras el horno se calienta la saco a bailar, ella echa su cabeza sobre mi hombro, parece que todo va sobre ruedas, mi gran sueño hecho realidad, las dos juntas, nadie más.

-¿Tienes hambre? ¿Quieres que prepare la cena ya? Siéntate tranquila, te haré mi plato más especial, te encantará.
Ummm... la habitación está llena de música, a su vez la cebolla cortada en finas tiras desprende su aroma desde la sartén, en mi mano la segunda copa de vino, preparando el exquisito plato.

-La cena está servida, come un poco amor, ¿no tienes hambre?, la he hecho para ti.
Yo si comeré, hacia tiempo que no me llevaba a la boca nada igual, lástima que ella no quiera, esas texturas recorriendo mi paladar, me erizan los sentidos, entre el vino, la cena y Laura tan bella en la mesa, mi libido escala hasta lo más alto de mi cuerpo, hoy me siento plena.

Después de tanto tiempo sola, de no hablar con nadie, de no tener a quién amar. La luna entra por la ventana acompañando a la luz de las velas, a los violines que nos mecen en la habitación. Siento a Laura en el sofá y la beso, pero ello no responde, de pronto suena el timbre, será mejor quitar la música, apagar las velas, nadie debe saber que estamos juntas.

-Shuhhhhhh, calla, ellos no saben que estás aquí.
-Policía, abra la puerta!
Cojo a Laura y la llevo a la cama, no quiero que conteste, ellos no tienen que estar aquí. Que se metan en sus vidas, ¡que se vayan!.

La puerta cayó como si de un papel se tratara y cuatro tipos armados entraron sin permiso. Me agarraron con dureza y esposaron mis manos a la espalda.

-¡Dios! ¡Está llena de sangre!-dijo uno de ellos.
-El suelo también, y la silla, y hay restos de algo que no sé muy bien que es, pero está cortado a trozos en la encimera.
Mientras recorren rincón por rincón mi casa, tiran de una patada la puerta de mi habitación que estaba cerrada con llave, la han encontrado, nos separaran, son crueles, no respetan que dos mujeres se quieren. ¡Los odio!
-¿Qué es esto? - dijo uno de los policías mientras vomitaba contra el quicio de la puerta.-¡Jefe por favor, venga aquí ahora mismo!.

Nadie me preguntaba, nadie me decía nada, simplemente me llevaron al coche y pusieron una inyección de algo que me produjo un largo sueño, mi amada y yo otra vez separadas...

Han publicado lo nuestro, el celador me ha dejado el periódico de hoy, lo estoy leyendo, es el titular, han destruido nuestro más preciado secreto, han roto una historia de amor:

Hallado el cadáver de la mujer desaparecida de su domicilio esta misma tarde. Al parecer, tras una fuerte pelea con su pareja, presenciada desde la ventana de uno de los vecinos, a altas horas de la madrugada, la sospechosa del homicidio sube a la víctima a su coche y es encontrada en su casa.

La víctima presenta heridas provocadas por un cuchillo en el estómago, se observa una profunda herida en el costado en la que vemos que le falta parte de su hígado, y después de varias pruebas por el equipo científico, hemos descubierto que era tal órgano el encontrado cortado a trozos en un plato y en una sartén. La homicida en un estado bastante alterado ha preparado una romántica cena de reconciliación con trozos de su cuerpo, ahora está internada en el centro psiquiátrico estatal, en situación de máxima seguridad.

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