La magia existe en los cuatro elementos considerados vitales: el agua, el aire, el fuego y la tierra:
El aire es tan fascinante como cualquier otro elemento aunque la mayoría de humanos ni siquiera comprende su existencia: gracias a el recibimos el oxigeno que hace posible la realización de todas las ordenes de nuestro cerebro.
En la frescura natural del agua encontramos la calma para un organismo agotado, es el elixir para remediar la sed, no solamente física, sino también del alma al satisfacer esa necesidad tan rudimentaria.
La calidez del fuego es por muchos considerada como un peligro y es que en realidad cualquier elemento natural o artificial siempre puede ser utilizado en contra del hombre, lo cual no es nada sorprendente, puesto que el propio hombre idea las formas más perversas de terminar con lo que lo rodea.
Siguiendo con mi impresionante descripción del fuego, podemos decir que es un elemento principalmente de defensa, ante el frío, la oscuridad y como ya mencione ante el hombre mismo.
La tierra, por otra parte y no menos importante, hace posible la existencia de seres vegetales, la manutención de los seres animales y humanos, así también funciona como base para el establecimiento de organizaciones sociales.
La magia se encuentra en conjunto en la naturaleza de nuestros paisajes, pues si careciera de ella no sentiríamos un gran escalofrío al ver el crepúsculo aproximarse a través de una cadena de cordilleras, mientras una sustanciosa cascada se desploma desde la cima hasta las sombras de la falda de los montículos terrestres.
El aire es tan fascinante como cualquier otro elemento aunque la mayoría de humanos ni siquiera comprende su existencia: gracias a el recibimos el oxigeno que hace posible la realización de todas las ordenes de nuestro cerebro.
En la frescura natural del agua encontramos la calma para un organismo agotado, es el elixir para remediar la sed, no solamente física, sino también del alma al satisfacer esa necesidad tan rudimentaria.
La calidez del fuego es por muchos considerada como un peligro y es que en realidad cualquier elemento natural o artificial siempre puede ser utilizado en contra del hombre, lo cual no es nada sorprendente, puesto que el propio hombre idea las formas más perversas de terminar con lo que lo rodea.
Siguiendo con mi impresionante descripción del fuego, podemos decir que es un elemento principalmente de defensa, ante el frío, la oscuridad y como ya mencione ante el hombre mismo.
La tierra, por otra parte y no menos importante, hace posible la existencia de seres vegetales, la manutención de los seres animales y humanos, así también funciona como base para el establecimiento de organizaciones sociales.
La magia se encuentra en conjunto en la naturaleza de nuestros paisajes, pues si careciera de ella no sentiríamos un gran escalofrío al ver el crepúsculo aproximarse a través de una cadena de cordilleras, mientras una sustanciosa cascada se desploma desde la cima hasta las sombras de la falda de los montículos terrestres.
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