...Contemplaba el mar inmenso
pensando en un destino irresoluto,
sabiendo que el amor correspondido
da un dolor agudo aquí dentro, cuando
la persona que se quiere no es similar
a uno mismo, ni por un fragmento.
Siglos de espera, creyendo que
el amor había desaparecido junto
con mi alma. Finalmente ella se atravesó
en mi camino o yo en el suyo.
¿Qué más da? Si ahora ella sufre
con mi ausencia y yo con su dulce
y avasalladora presencia…
…La esencia de su sangre
recorre mi garganta con
un punzante anhelo de deseo...

No hay comentarios:
Publicar un comentario