De Erzengel: Carta Primera...

((Este es el segundo escrito que nos manda Erzengel a la cual le estoy profundamente agradecida, espero que le guste la ilustración y mientras esperaré a que otra de nuestras colaboradoras se anime a darnos luz verde, tengo que respetar su deseo de encontrar la ilustración adecuada. Mientras tanto les hago otra invitación para que manden sus creaciones literarias a: fantastica-realidad@hotmail.com))

...Desde que te fuiste, al no poder verte y hablarte personalmente, empecé a escribir. Descubrí que podía escribir mi dolor, llorar con mi mano todo este dolor que sentí por tu ausencia… Al borde del abismo en que se convirtió mi vida, me senté a llorar, a lamentarme tu partida. Mi corazón se fue con vos, al no soportar la idea de tenerte lejos…

Nunca entendí muy bien el porque decidiste partir, era una oportunidad única, poder ver nuevos horizontes, nuevos paisajes, o al menos eso me decían quienes te conocían, pero aún así, una parte mía se lamentaba tu distancia… Un día, oscuro porque el sol decidió no salir hasta que no regresaras, sin esperarlo llego una carta tuya.

El mundo, opaco como estaba desde que te marchaste, se detuvo en ese preciso instante. En ese pequeño papel, preguntabas cómo estaba, (como si fuera posible estar bien sabiéndote lejos), qué tal iba mi vida, si ya había encontrado otro Amor…

Sin pensarlo dos veces te conteste lo más rápido que pude… "Estoy bien, o al menos, trato de estarlo. No hay nadie más en mi vida. Poco a poco he tratado de dejar de lado el amor que te tengo, ¿tiene algún sentido que conserve lo que siento por vos?..."

Tu respuesta llego en cuestión de días, pedías que no te olvidara, que conservara el sentimiento que te tenía, que te esperara, que pronto ibas a volver y había muchas cosas que querías decirme… Aquella noche prometí esperar tu regreso, luchar contra la distancia, dar todo de mí…

El abismo de mi vida seguía allí donde se emplazo el día de tu viaje, pero su sentido había cambiado, al borde de ese mismo abismo, decidí luchar contra toda angustia y desesperanza… Si ganaba, me encontrarías sonriente el día de tu regreso; si perdía, la caída sería mi fin. Pero aún así, sabiendo las posibles consecuencias, prometí esperarte…